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Cómo negociar tu salario: Estrategias efectivas

Cómo negociar tu salario:

Estrategias efectivas

La negociación salarial es una de las habilidades más valiosas que puede tener cualquier profesional. Sin embargo, muchas mujeres enfrentamos barreras internas y externas a la hora de pedir lo que realmente valemos.

Ya sea por miedo, falta de información o simplemente porque no sabemos cómo iniciar la conversación, es común que muchas profesionales no negociemos nuestro salario o lo hagamos de manera inefectiva.

Si te sientes identificada, este artículo es para ti. Aquí encontrarás las herramientas necesarias para enfrentar estas negociaciones con confianza, basadas en preparación, autoconocimiento y tácticas efectivas.

Empecemos con datos que no podemos ignorar:

Según el Foro Económico Mundial (2023), se estima que la brecha salarial de género tardará 131 años en cerrarse si no se toman medidas activas. En promedio, las mujeres ganamos alrededor del 80% del salario que reciben los hombres por trabajos similares. Esta diferencia varía según la región y el sector, pero persiste en casi todas las industrias.

Por ejemplo, en México, la brecha salarial es del 16% y en Colombia del 11%. Este panorama evidencia la importancia de que las mujeres negociemos activamente nuestro salario, no solo para reducir esta disparidad, sino para recibir una compensación justa acorde a nuestra experiencia y habilidades.

Estrategias clave para negociar tu salario

1. Investiga el mercado laboral
Antes de negociar, es fundamental que conozcas el rango salarial para tu puesto, sector y nivel de experiencia. Puedes usar herramientas como Glassdoor, Payscale o LinkedIn para obtener información actualizada. Además, consulta con colegas de confianza o profesionales de la misma industria. Este conocimiento te dará una base sólida para negociar y te permitirá justificar tu propuesta con datos concretos.
Consejo:
No te limites solo a la media salarial, investiga también beneficios adicionales que podrían ofrecer, como bonos, flexibilidad laboral o planes de crecimiento profesional.
2. Evalúa tu valor único
Para una negociación efectiva, debes ser consciente del valor que aportas. Haz una lista de tus logros, habilidades y contribuciones que te diferencien de otros candidatos. Piensa en cómo tus fortalezas han impactado de manera tangible a tu organización: ¿Has liderado proyectos exitosos? ¿Has incrementado la eficiencia? ¿Has contribuido a generar ingresos o reducir costos?
Consejo:
No subestimes tus habilidades blandas (como liderazgo, adaptabilidad o resolución de problemas) y cómo estas han influido en el éxito de tu equipo.
3. Desarrolla una mentalidad de merecimiento
Muchas mujeres tendemos a minimizar nuestros logros o sentimos que no merecemos pedir más. Rompe ese patrón. Cambia el enfoque: no estás pidiendo un favor, estás negociando lo justo por tu experiencia y contribuciones. Trabaja en tu confianza y recuerda que es completamente legítimo solicitar una compensación acorde a tu valor.

Según un estudio de McKinsey & Company (2023), las mujeres son menos propensas a pedir aumentos salariales por miedo al rechazo o a parecer “agresivas”. Sin embargo, este estudio también reveló que las mujeres que negocian sus sueldos aumentan sus ingresos en promedio en un 10-20%.
Consejo:
Ensaya afirmaciones que refuercen tu merecimiento: “Merezco ser compensada justamente por mi trabajo y esfuerzo”, o “Mis habilidades son valiosas y la empresa se beneficia de ellas”.
4. Prepara tu propuesta y argumentos
No entres en la negociación sin un plan claro. Define un número concreto que sea tu objetivo y, si es posible, establece un rango de negociación que sea realista pero ambicioso. Enfoca tus argumentos en el valor que aportarás, no en tus necesidades personales. Las empresas quieren saber cómo se beneficiarán, así que estructura tu propuesta resaltando lo que has hecho y lo que puedes lograr a futuro.
Consejo:
Usa datos y ejemplos concretos para respaldar tu propuesta: “He liderado tres proyectos que resultaron en un aumento del 15% en las ventas. Basándome en mi investigación, creo que mi compensación debería reflejar mi impacto”.
5. No temas al silencio
En las negociaciones, es común sentir nervios y la necesidad de llenar los silencios con palabras adicionales. Sin embargo, el silencio puede ser una herramienta poderosa. Una vez que presentes tu propuesta, mantén la calma y espera la respuesta de la otra parte. No apresures la conversación ni intentes rebajar inmediatamente tu propuesta si percibes duda.
Consejo:
Si sientes incomodidad con el silencio, respira profundamente y recuerda que también es parte de la negociación. Permite que el empleador procese lo que has dicho.
6. Considera los beneficios no monetarios
Si la empresa no puede cumplir con tu propuesta salarial, evalúa otros beneficios que puedan ser valiosos para ti. Esto puede incluir más días de vacaciones, flexibilidad de horarios, opciones de teletrabajo, oportunidades de capacitación, entre otros. No subestimes el valor de estos aspectos, que pueden mejorar tu calidad de vida y tu satisfacción laboral.
Consejo:
Si la oferta salarial es baja, puedes decir algo como: “Entiendo las limitaciones actuales, pero me gustaría discutir la posibilidad de beneficios adicionales, como más tiempo libre o apoyo para mi desarrollo profesional”.
7. Sé flexible, pero no cedas demasiado
La flexibilidad es clave en cualquier negociación. Sin embargo, es importante no ceder demasiado rápido ni bajar tus expectativas de manera drástica. Si la oferta no cumple con tus expectativas, pero estás interesada en la posición, intenta encontrar un término medio o programa de revisión salarial a corto plazo. La clave está en que sientas que la negociación es justa para ambas partes.
Consejo:
Considera el uso de frases como: “Estoy dispuesta a ser flexible, pero me gustaría explorar cómo podríamos acercarnos más a la propuesta que he planteado”.
8. Practica la negociación
Al igual que cualquier habilidad, la negociación mejora con la práctica. Realiza simulaciones con colegas, amigas o mentores antes de tu reunión. Esto te ayudará a familiarizarte con posibles escenarios, a perfeccionar tus respuestas y a ganar confianza. Si practicas, te sentirás más preparada para enfrentar objeciones y sabrás cuándo insistir o cuándo ser flexible.
Consejo:
Si la negociación es virtual, practica también en ese formato, para familiarizarte con la dinámica que implica una reunión online.
9. Mantén la conversación profesional y positiva
Es esencial mantener una actitud profesional durante toda la negociación. Si bien es importante ser firme, evita que la conversación se torne emocional o defensiva. Mantén un tono respetuoso y enfócate en lograr un acuerdo que beneficie a ambas partes. Mostrar apertura y disposición a dialogar dejará una impresión positiva, independientemente del resultado final.
Como ves, negociar tu salario es una habilidad que puedes aprender y perfeccionar. La clave está en la preparación, la confianza y el uso de estrategias adecuadas para presentar tu propuesta de manera efectiva.

Recuerda que estás defendiendo tu valor profesional y que, con las tácticas correctas, puedes obtener la compensación justa que mereces. ¡Es hora de que tomes las riendas de tu desarrollo profesional y te asegures de que tu salario refleje tu verdadero valor!

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