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Edición de armario: Las mejores técnicas para optimizar el guardarropa de tus clientes

Edición de armario: Las mejores técnicas para optimizar el guardarropa de tus clientes

La edición de armario es una de las tareas más importantes en la asesoría de imagen, ya que permite a las personas optimizar su guardarropa y alinearlo con sus objetivos personales y profesionales.

Si eres asesora de imagen, saber cómo guiar a tus clientes en este proceso es fundamental para que se sientan seguros y con un estilo que los represente. A continuación, te compartimos algunas claves y técnicas para llevar a cabo una edición de armario exitosa.

1. Entiende las necesidades y el estilo de vida de tu cliente

Antes de comenzar, es necesario conocer a fondo a tu cliente. ¿Cuál es su estilo de vida? ¿Trabaja en una oficina formal o en un ambiente más relajado? ¿Tiene compromisos sociales frecuentes? La edición de armario no solo se trata de eliminar prendas, sino de asegurarte de que aquellas que se conserven sean funcionales para su día a día.
Técnica:
Realiza una entrevista o cuestionario detallado para entender su rutina diaria, preferencias y desafíos de estilo. Este paso inicial te ayudará a crear un guardarropa coherente con sus actividades y objetivos.

2. Identifica su estilo personal

Cada persona tiene un estilo único. Como asesora, es clave que ayudes a tu cliente a identificar el suyo, ya que esto servirá de guía para decidir qué prendas conservar y cuáles descartar.
Técnica:
Utiliza mood boards o preguntas visuales para que tu cliente reconozca los estilos con los que más se identifica. Puedes mostrarle imágenes de diferentes looks y pedirle que elija los que más le gusten, así lograrás comprender mejor su estética ideal.

3. Clasifica las prendas

Una de las partes más importantes del proceso es la clasificación de las prendas. Aquí deberás agrupar las piezas en cuatro categorías: conservar, adaptar, donar o vender, y descartar

  • Conservar: Estas son las prendas que tu cliente usa con frecuencia y le sientan bien.
  • Adaptar: Son aquellas piezas que, con ajustes o cambios, pueden seguir siendo útiles (como acortar un dobladillo o ajustar una chaqueta).
  • Donar o vender: Prendas en buen estado que ya no encajan con su estilo o necesidades, pero pueden ser útiles para alguien más.
  • Descartar: Piezas en mal estado o muy desgastadas.
Técnica:
Divide el guardarropa por tipos de prendas (pantalones, blusas, vestidos, etc.) y ve clasificando cada artículo, mientras preguntas a tu cliente cuándo fue la última vez que lo usó y si lo volvería a usar.

4. Elimina el exceso

Uno de los mayores errores es guardar demasiadas prendas «por si acaso». La clave de un armario funcional es la simplicidad y versatilidad. Menos es más cuando se trata de tener opciones que realmente favorezcan y sean útiles.
Técnica:
Establece una regla de tiempo. Si una prenda no ha sido usada en los últimos seis meses a un año y no es una pieza especial (como ropa de fiesta o un abrigo caro), es probable que ya no sea necesaria.

5. Construye un armario cápsula

Una vez que se ha eliminado lo innecesario, puedes sugerirle a tu cliente la construcción de un armario cápsula. Esto implica tener prendas versátiles y atemporales que se puedan combinar fácilmente entre sí, lo que simplifica la elección diaria de ropa y asegura que siempre luzca bien.
Técnica:
Asegúrate de que las piezas clave de su guardarropa incluyan básicos esenciales, como una camisa blanca, un buen blazer, jeans oscuros, un vestido negro y zapatos versátiles. Estas prendas deben ser de buena calidad, ya que son la base de múltiples looks.

6. Ajusta según la temporada o clima

Es importante que el armario esté actualizado según la temporada o clima. Asegúrate de revisar las prendas y accesorios de invierno y verano, separándolos según la época del año. Esto no solo facilita el acceso a las prendas adecuadas, sino que también preserva aquellas que no se utilizarán durante un tiempo.
Técnica:
Crea un sistema de rotación estacional. Guarda las prendas de fuera de temporada en cajas o espacios diferenciados para hacer espacio en el armario.

7. Organización visual

Una vez que hayas editado el armario, la organización es crucial. Un guardarropa bien organizado no solo se ve más atractivo, sino que también facilita la toma de decisiones rápidas.
Técnica:
Coloca las prendas por categorías y colores. Usa perchas o ganchos del mismo tipo para un aspecto más armonioso y asegúrate de que las piezas más usadas sean accesibles. Los organizadores de cajones o estantes también pueden ser útiles para accesorios y ropa de menor tamaño.

8. Fomenta la creatividad

Finalmente, incentiva a tus clientes a ser creativos con su ropa. Muéstrales cómo pueden mezclar y combinar sus prendas para crear diferentes looks con los mismos artículos, y cómo los accesorios pueden transformar un atuendo básico.
Técnica:
Crea combinaciones de looks junto a tus clientes, fotografiándolos para que tengan un registro visual de cómo pueden estilizar sus piezas. Este recurso es excelente para cuando sientan que «no tienen nada que ponerse.»
La edición de armario es un proceso transformador que no solo ayuda a tus clientes a simplificar su guardarropa, sino también a sentirse más seguros y alineados con su estilo personal. Al aplicar estas claves y técnicas, lograrás que el proceso sea eficiente, estratégico y que tus clientes terminen con un guardarropa que los haga sentir poderosos y auténticos.

Como asesora de imagen, tienes la habilidad de empoderar a las personas a través de sus decisiones de estilo, y la edición de armario es una herramienta esencial para lograrlo.

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